Son muchas las técnicas orientales que están asumiendo las personas que viven en el occidente para dar salud tanto a su cuerpo como a la mente. Tanto el yoga, el taichí como la meditación, son técnicas milenarias usadas por países no occidentales que llegaron a esta parte del mundo para el beneficio de muchas personas. Como era de esperarse, estas prácticas no se realizan de manera pura en esta región, sino que se adaptan ciertas formas de vida y costumbre a las cuales es muy difícil renunciar, como la anhelada taza de café hecho con capsula Dolce Gusto.
Práctica de Yoga: para todos los gustos
Directamente desde la India la disciplina de yoga ha llegado a occidente para quedarse adaptándose a los diferentes estilos de vida. Hay posturas asanas para mujeres, principiantes, niños, embarazadas, personas de tercera de edad y un sinfín de variaciones. Con cada una de estas posturas se busca tener control de la mente y del cuerpo y encontrar con más facilidad la paz y tranquilidad.
Desde fuera, puede parecer una disciplina fácil, sin embargo, la búsqueda de las posiciones adecuadas requiere mucha energía que puede agotar a los ejecutantes. Es por ello que se recomienda acompañar el ejercicio con hidratación o finalizar con una cápsula Dolce Gusto como parte de la recuperación de los líquidos corporales que se pierden durante el ejercicio.
Meditación: para el inicio o el final de la jornada
La parte fundamental de la meditación es la respiración y aunque suene sencillo o una práctica que todos sepamos hacer, aprovechar el máximo del oxígeno que entra a nuestro cuerpo y poder distribuirlo a través de él es una enseñanza que requiere práctica.
La meditación se puede hacer al inicio del día antes de preparar una cápsula Dolce Gusto para vitalizar nuestra jornada laboral. De esta manera, se establecen con claridad los objetivos del día, y evitamos perder energía en tareas secundarias. Por otra parte, también hay quienes practican la meditación al final de la jornada laboral para retomar la tranquilidad antes de ir a la cama. Igualmente, finalizar la jornada con una cápsula Dolce Gusto diluida en un vaso de leche tibia es ideal para tener sueños felices.